El 28 de octubre del 2012, y luego del paso de River por el Nacional B, se volvió a disputar el Superclásico del fútbol argentino, cuando Boca visitó el Monumental por la décimosegunda fecha del Torneo Incial de aquel año, y le robó un empate de manera agónica.
La temporada 2010/2011 quedó marcada en el fútbol argentino porque marcó por primera vez el descenso a la segunda categoría de uno de los equipos más grandes: River Plate. Igualmente el paso fue fugaz por el Nacional B, ya que se coronó campeón de la mano de Matias Almeyda y regresó a la primera división para la 2012/2013, y con la vuelta del "Millonario" volvió el Superclásico.
El plantel de River no contaba con grandes baluartes del ascenso, como Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez, pero sumó en el retorno a primera a Rodrigo Mora, Gabriel Mercado, Marcelo Barovero, que se sumaban a David Trezeguet y Leonardo Ponzio que se habían sumado seis meses antes. Boca, por su parte, ya no contaba con Martín Palermo, especalista en este tipo de partidos, ni con Juan Román Riquelme, que había anunciado el retiro del fútbol tras caer en la final de la Copa Libertadores ante el Corinthians brasileño.
El cominezo no pudo ser mejor para River, porque Agustín Orión falló y Leonardo Ponzio inauguró el marcador de tiro libre desde la izquierda antes de los dos minutos, pero antes de los trece minutos se quedó sin Ramiro Funes Mori y Martín Aguirre por molestias físicas. Ambos abandonaron el terreno de juego y fueron sustituidos por Leandro Gonzalez Pirez y Ariel Rojas respectivamente, pero no peligró la victoria en esa primera mitad ya que Boca solo se acercó con un cabezazo de Santiago Silva.
En el complemento River estuvo más cerca del segundo que Boca del empate, y ese gol llegó a los 25 minutos, cuando Trezeguet maniobró bien ante Somoza para dársela a Carlos Sánchez, que eludió a Colazo y asistió perfecto a Rodrigo Mora que se sacó de encima al arquero y definió fuerte al medio para marcar el 2-0. El partido parecía encaminarse a una victoria del "Millonario", pero cinco minutos más tarde Gonzalez Pirez le cometió una falta imprudente a Lautaro Acosta dentro del área, y el uruguayo Santiago Silva cambió el penal por gol con un remate fuerte y esquinado al palo derecho. Boca no hizo mucho para llegar al empate, pero en el descuento Lautaro Acosta envió un centro al área que bajo Silva de cabeza, y le quedó a un oportuno Walter Erviti que solo tuvo que tocar el balón ante la salida desesperada de Barovero, para decretar el empate y atragantar el grito de triunfo de su archirival en su propia cancha.
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