El 11 de agosto de 1999 el Barcelona y Boca disputaron un
partido amistoso en la ciudad de Alicante de España organizado por la marca
Nike entre los Bicampeones de las ligas Argentina y Española.
El xeneise dirigido por Carlos Bianchi se impuso ante el
equipo Catalán por 3 a 2 y se quedó con la copa denominada “T
rofeo de Campeones”. Los goles de
Boca los convirtieron el “chipi” Barijho, “Leche” La Paglia y Martín Palermo, mientras que los tantos de los
dirigidos por el holandés Van Gaal los marcaron Zenden y Figo.
Ambos equipos estaban en plena competencia cuando se disputo
el encuentro, por lo tanto, dejaron a sus grandes figuras en el banco de
suplentes, algo que generó una gran decepción en el público que fue a ver el
partido, el Barcelona salió a la cancha
sin Figo, Guardiola, Rivaldo, Luis Enrique y Kluivert. Y Bica, dejó en el banco
a Riquelme y Palermo.
El marcador se abrió con un “no gol” de Barijho que recibió
la pelota en el borde del área y la acomodó al segundo palo con el borde
interno del pie derecho, el balón pegó
en el travesaño y picó claramente afuera. El “chipi” ni siquiera festejó, es
más, se lamentó. El juez de línea fue el único que vio el gol y boca arriba
1-0. Con este resultado se fueron al entretiempo. En Boca se resaltó en la
primer etapa la buena actuación Oscar Córdoba con un par de intervenciones muy
buenas, en especial un gran disparo que le sacó a Cocu.
En el segundo tiempo
los dos equipos arriesgaron y pusieron lo mejor que tenían: En Boca entraron
Cagna, Riquelme y Serna. Mientras que Barcelona mandó a la cancha a Figo,
Kluivert, Zenden y Litmanem.
El segundo gol de Boca vino de un tiro libre de La Paglia
sobre la izquierda en forma de “busca pie-arco”, rozó en Guillermo Barros
Scheloto y se metió en el segundo palo. A los pocos minutos descontó Zenden
para los azulgranas con un tiro desde adentro del área (casi cayéndose), de
derecha, al palo izquierdo de Córdoba.
Pero luego apareció Juan Román Riquelme en todo su explendor,
con una corrida sobre el sector derecho, enfrentó al arquero y dos jugadores
que lo rodeaban, pisó la pelota, se frenó y de emboquillada, de tres dedos, soltó la pelota al segundo palo, en donde
estaba el goleador Martín Palermo para anotar el 3-1 para Boca. Minutos más
tarde, Figo descontó con un buen zurdazo por abajo bien esquinado.
La curiosidad de este encuentro fue que Antonio Barijho le robó una cadenita de oro al defensor holandés Winston Bogarde, que fue a jugar el partido luciendo varias cadenas de oro. En el córner que terminó en gol de La Paglia, El “chipi”, en un forcejeo, le robó una cadena y la llevó al banco de suplentes. Seguramente este partido es mas recordado por este hecho (del cual nos reímos pero no deja de ser un robo) que por el partido en sí. En fin lo cierto es que boca estaba dulce y le ganó a un Barcelona lleno de estrellas.
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