El 27 de agosto de 2001 el seleccionado argentino de básquet se consagró campeón del torneo FIBA Américas por primera vez en su historia, tras vencer en la final a Brasil por 78-59 en el estadio “Ruca Che” de Neuquén.
Un equipo que se llevó puesto a todos los rivales. Este torneo marcó el comienzo de la “Generación Dorada”, con un equipo joven y lleno de talento. Defendiendo en toda la cancha como le gusta al entrenador Rubén Magnano, la selección argentina terminó el torneo invicto en diez partidos con 97.7 puntos a favor y 74.8 puntos en contra de promedio, para sacar pasaje al Mundial de Indianápolis en 2002.
El arranque en la fase de grupos fue contundente. Victorias cómodas ante Uruguay (103-63), Estados Unidos, que tenía un equipo alternativo (108-69), Venezuela (90-73) y la última ante Brasil en suplementario (108-98). En la segunda fase el conjunto albiceleste no detuvo su marcha y venció a Islas Vírgenes (98-77), Panamá (115-87), Canadá (85-76), y Puerto Rico (95-70), para asegurarse un lugar en el Mundial de Indianápolis y clasificar a las semifinales en el primer lugar de la tabla de posiciones. En dicha instancia volvió a cruzarse ante la selección canadiense de Steve Nash, a la que despachó con un 97-76, y en la final le propinó una verdadera paliza a Brasil, al que venció 78-59 (llegó a ganar 70-33), para consagrarse como el mejor equipo de América.
El plantel campeón estaba integrado por: Juan Ignacio Sánchez, Lucas Victoriano, Daniel Farabello, Emanuel Ginobili, Hugo Sconochini, Andrés Nocioni, Leandro Palladino, Gabriel Fernández, Leonardo Gutiérrez, Luis Scola, Fabricio Oberto y Rubén Wolkowisky, dirigidos técnicamente por Rubén Magnano.
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